sábado, 10 de octubre de 2020

Luces y sombras

Que pesadas se vuelven algunas noches, donde el silencio de la calle te grita a la cara y te llena de verdades que no quieres oír. Donde las pisadas lejanas resuenan fuerte y acallan tu voz.

Miras todo, sin mirar. Escuchas todo, sin escuchar. Ahí estás, en medio de todo aquel alboroto, que pasa de ti.

Por primera vez te encuentras, te enredas entre luces y sombras. Sueltas tus armaduras y abrazas tus sueños y también tus pesadillas. Ahí estás, descubriendo rincones desconocidos de tu alma; explorando recuerdos lejanos. Consuelas tus tristezas, acaricias tus heridas.

¿Dónde estuviste todo este tiempo?

Suficientes raspones tuvo esta piel que te abriga, para que vengas tú a juzgar tus propias magulladuras. Ya no te dispares a los pies. Ya no juzgues este laberinto, que también es tu hogar.

viernes, 24 de julio de 2020

Fase lunar

Llueve y me duelen las noches que no lloré.
Las hojas se dejan caer,
heridas de silencio.
Si tan solo pudiera deshojarme con el viento
y renacer con el sol.
Soy el reflejo de la luna,
temblando en el mar.
            
Soy luz de luna,
bailando en el mar.
El viento deshoja mis tristezas,
y me renueva el paisaje.
La lluvia baña mi rostro,
dibujando una sonrisa de medialuna.
Me cuenta que una nueva fase acaba de llegar.




martes, 16 de junio de 2020

¿Para cuándo la medicina para la falta de empatía?

La mayoría de médicos, afirman que en algún momento todos nos vamos a enfermar del Covid 19. Pero el temor no radica en esa premisa, sino que hay muchas personas que no cuentan con el dinero necesario para hacer frente a este mal, en el supuesto negado que se complique la enfermedad. Incluso, aquellas personas que sí cuentan con los recursos, no son ajenos a este drama. Porque lamentablemente, a pesar de contar con los medios para pagar S/ 5,000.00 por un balón de oxígeno de 10 m3, aún así no lo consiguen a tiempo.

Como si esto no fuera poco, también nos toca luchar contra la desidia de las malas autoridades, el egoísmo y aprovechamiento de los mal llamados empresarios. Que en pleno Junio sombrío, hacen su Agosto, a costa de la vida y del sufrimiento de los demás. Solo para agrandar sus cuentas bancarias.

¿Para cuándo la medicina para la falta de empatía?

Ésta es la tragedia por la que muchos están pasando. Ya llegamos a ese momento en el que al menos una persona de nuestro entorno, ya sea amical o familiar, ha vivido en carne propia los embates de este virus.

lunes, 1 de junio de 2020

Redención

Dicen que el ser humano se desvanece poco a poco, cuando el corazón ayuna del perdón. Cuando conserva guerras perdidas, en los baúles polvorientos del alma.
Dicen también, que uno vuelve a nacer cada vez que vence sus propios temores y resurge de sus más inclementes infiernos.
Sucede miles de veces, a través de los años, de una o varias vidas. No hay ciencia, pero así es.

sábado, 30 de mayo de 2020

Lágrimas

¿Quién te ha dicho que no se debe llorar?

Si es un masaje al corazón, la libertad de un grito de angustia o de la impotencia contenida. Es también, un respiro ante el cansancio de aquellas palabras que no quieren salir. Es ese bálsamo que lleva su cauce hasta besar una sonrisa. Que baña con luz de consuelo, hasta a los ojos más tristes. Que alivia las penas del alma y libera ese suspiro oprimido. Es el aguacero que apaga el incendio que llevas dentro.


viernes, 29 de mayo de 2020

De la mente y el corazón.

La mente humana es tan brillante, que conserva los buenos recuerdos y desvanece a aquellos malos. Que incluso puede mezclarlos con sueños tan reales, para que puedan concebirse con facilidad en un pensamiento futuro. Es así como el pasado se juega su última carta, para poder renacer en el tiempo que quiera. Si el corazón lo permite, claro está. Pero el corazón es tan inocente, que confunde la tristeza con melancolía. Se deja llevar, sin trucos, sin artificios.





martes, 26 de mayo de 2020

Día setenta y tantos.

Al día setenta y tantos, ya dejé de ver las noticias, los últimos reportes, las últimas cifras. Dije basta. En la calle la vida transcurre, no con normalidad, pero pasa y pesa. Pasa lentamente, llevándose abrazos, besos, festejos. Pesa, tanto que nos resulta difícil volver a empezar. Pero aún así, nos levantamos todos los días por las mañanas, porque hasta el ser humano más pesimista, tiene algo por el cual luchar. Nadie se imaginó que algo tan diminuto, nos cambiaría los planes, los días, la vida. Si el año pasado nos lo hubieran contado, nadie lo hubiera creído. Todo se detuvo, como si alguien presionara el botón de pause. Logrando que se cancelen en todo el mundo las fábricas, vuelos, conciertos, trabajos y haciendo que hoy las concentraciones en masa se vean como ciencia ficción. Este es el nuevo mundo. ¿Estamos listos para habitarlo con sus nuevas reglas? ¿Hasta cuándo nos durará el homenaje a la tierra? ¿Hasta que nos olvidemos y volvamos a lo mismo?
Que todo lo que vivimos, se quede marcado para siempre en nuestra piel. Que este sentido de vulnerabilidad, nunca se vaya. Tal vez así, aprendamos a valorar todas aquellas cosas que no se puede comprar.

domingo, 24 de mayo de 2020

Ríe, canta y baila.

El otro día descargué varias apps de canto, quería aprender cómo se canta de verdad. De tanto curiosear, confirmé que en efecto, no cantaba nada. Cerré todo.
Para esto, debo confesar que canto en todo momento, siempre estoy tarareando. Y si estoy en algún lugar donde no puedo hacerlo, entonces empiezo a cantar en mi cabeza. Ustedes me entienden.
Continuando con mi historia de cantante frustrada, luego de cerrar todas las apps y corroborar que no sirvo para eso. Decidí ya no cantar. Me pegué duro, sí.
Dos, tres días sin cantar. Hasta que hoy no me resistí y no saben lo feliz que me sentí.
No importa que cantes mal, que bailes mal o que te rías mal (En serio, hay personas que piensan eso. No entiendo). Solo hazlo, no puedes dejar de ser tú, no puedes dejar de hacer las cosas que te hacen feliz. 

sábado, 9 de mayo de 2020

Día de la madre en época de cuarentena

Rosas, chocolates, cintitas rojas, papeles llenos de escarcha. No hay dudas, es el día de la madre.
Todos sonríen, todos festejan, todos se abrazan. De fondo se escucha el clásico de Juan Gabriel. Amor eterno.
Todavía recuerdo cuando agarraba un lápiz, un papel y me ponía a escribir poemas para mamá.
El tiempo pasa, los poemas a mano se guardan en algún cajón. Creces. ¿Para qué mancharte las manos con brillantina? Si puedes levantar el teléfono y pedir por delivery un hermoso ramo de rosas. La inmediatez de estos tiempos. Si no eres de regalar florecitas, corres a la tienda de electrodomésticos más cercana y analizas: ¿Qué le gustará más a mamá? ¿Una plancha, una licuadora? Ya sé, una cocina. Perfecto para ella. Le va a encantar. 
Eso era antes. Porque ahora, en plena cuarentena, hay que dejar fluir la creatividad. Entonces caes en cuenta, ¿Hace cuánto no pensabas en lo que realmente le gustaría recibir a tu mamá? Todos hemos escuchado decir: "No te preocupes hijita o hijito, con un abrazo es suficiente". ¡Mentira! En el fondo esperan alguna sorpresa. No hay nada mejor que hacerle un cariñito al corazón con algún detalle y si es con algo hecho por nosotros mismos, mejor.
Hoy para muchos no habrá abrazos y eso en estos tiempos es la mayor muestra de amor. Ya llegará el día en que podamos celebrar como se debe. Por ahora solo nos queda agradecer su vida y su amor. ¡Feliz día mamá!

domingo, 3 de mayo de 2020

Día 49


Afuera llueve. Las gotas se dejan caer en el techo, se hacen escuchar cada vez más fuerte. Cantan, se unen en una sola voz con el soplo del viento, que despacio entra por la ventana y ese olorcito a tierra mojada se apodera de la habitación. De pronto, me encuentro con esta necesidad de escribir.
Mil ideas se sobreponen en mi cabeza, cual presentación de diapositivas. Aparecen lugares, momentos y su risa. No está aquí, pero lo puedo escuchar. Se ríe y mi canción favorita se esconde entre la lista de reproducción. ¿Quién se escapa de un corazón contento?
Otra vez fracasé en mi intento de resistirme al encanto de su carcajada.

miércoles, 1 de abril de 2020

Décimo octavo día de aislamiento

Estás aquí a través de la melodía de una canción. Conexión. Como un respiro, como un cuento que se va narrando con tu voz. Quiero escuchar tu respiración. Quiero contarte mil historias, quiero que este encierro no se termine, si este lazo sigue vivo.

miércoles, 18 de marzo de 2020

miércoles, 26 de febrero de 2020

Ojalá viviera juntito al mar

Recoges los últimos destellos de mi fragilidad, me envuelves en un abrazo y compones hasta el último retazo. Esa es tu habilidad. 
¿De verdad existes?
La playa seguirá esperándome. Mientras tanto, deja que me pierda en esta selva que es mía. Pero sin ti no tiene vida.
¿Estás aquí?
Ojalá viviera juntito al mar.
Cosechar atardeceres.
Verte volar.

Saudade II

El otro día, justamente en la nochebuena te vi, no estabas, pero te vi, yo te vi.
Estabas sentada junto al arbolito de navidad, lucías sonriente. Tu cabello despintado, dejaba ver tímidamente tus dulces canas. Vestías con aquella blusa verde que te gustaba tanto, aquella que usabas en ocasiones especiales.
No sé muy bien cómo describir lo que sentí al verte. No sé si era tristeza de no poder abrazarte. O tal vez, felicidad de al menos poder verte, sin mirar. Te extraño, pero eso ya lo sabes.
Extraño mirar como tostabas el café, como juntabas agua del río. Extraño verte acomodar tu cabello antes de saludarme. Extraño que veas la hora a cada segundo, que apuntes las fechas importantes en el calendario. Que me cuentes en orden, con puntos y comas todas tus historias. También extraño que me des las quejas de todas las travesuras que hizo el abuelo. Extraño contarte mis pequeños logros y ver lo mucho que te emocionas. Extraño verte caminar por toda la casa con los pies descalzos. Con esa sencillez, de quien disfruta de la naturaleza en su totalidad. Con esa simplicidad, de quien se sabe feliz.


miércoles, 22 de enero de 2020

Regresó el sol a la ciudad. Las horas transcurren danzando entre segundos, al ritmo de las hojas que cantan en lo más alto de los árboles.
La luna se demoró un poco más en salir. Se quedó dormida, soñándote.
Dicen que regresas, después de muchos años. Aquí te espera este corazón que solo canta, como dice la canción.