Al amanecer

Al amanecer me esperan nuevos vientos,

que van tejiendo mis sueños 

entre nubes de esperanza.

Voy sembrando en cada paso,

semillitas de girasoles.

Voy dejando atrás todos mis temores.

Dibujo en tus manos

una constelación de estrellas.

Creo en el universo,

creo en las cosas buenas.

Voy atrapando el reflejo

de la luna en el lago,

como atrapo tus recuerdos

mientras te canto.

RECUERDOS DE UN VERANO LEJANO

Tengo recuerdos de un verano lejano,

que vuelan buscando alcanzar tu corazón.

Que se pierden en la aventura de tu risa,

que renacen cuando te ven llegar.

Aún creo en la suerte,

aunque en el fondo de la añeja fuente,

solo haya monedas sin valor.

Aún creo en aquella frágil cometa

que un niño intenta hacer volar,

mientras el viento sopla fuerte sin piedad.

Hay un mundo más bonito en mis ojos cuando te miran.

Hay un destello de luz que nace de tu sonrisa.

Hay palabras sinceras y sueños parchados

de aquellos corazones mal curados.

Tengo un suspiro de mi alma en tu mirada,

tengo un verano lejano para recordar.

Tiempo

Tiempo, tan efímero, tan poderoso.

Concédeme los segundos que dure un beso,

entre mi alma y su universo.

Coincidir

Coincidir nuestras miradas,

entrelazar nuestros caminos.

Desafiar al destino.

Volar sin alas si tú estás.

Gritarle al viento

que contigo me quiero quedar.

De puntillas recorrer el mundo,

todo es más sencillo si estamos juntos.

CONTIGO

Anoche soñé contigo.

Tú me mirabas con esos ojos de fuego.

Yo sostenía tu mirada, corriendo el riesgo

de desplomarme de delirio.

Anoche soñé contigo,

soñé que bailabas conmigo,

que me envolvías con tus fuertes brazos,

que perdía el juicio.

Anoche soñé contigo.

Acariciabas mi cabello

y en un segundo con un beso

me robabas un suspiro.

Anoche soñé contigo.

Soñé que me cantabas al oído,

soñé que me inundabas de cariño.

Anoche soñé contigo.

VIERNES

Me despierto una mañana con el sol gobernando el cielo,
una taza de café para empezar el día.
Al primer sorbo, ese aroma característico me recuerda a ti.

Es Lunes, tantas cosas hay para hacer, y ¿qué crees?
Yo solo estoy pensando en ti.

Viernes llega ya, que mis ojos quieren ver
al ser que me acelera el corazón sin previa razón.

Llegó la noche y con un par de horas más llega el amanecer.
Es Martes ya y yo que me muero por ver al causante de mis delirios.

Miércoles, el viento sopla fuerte y yo solo quiero verte.

En la radio suena aquella canción de Jueves por la tarde.
La luna brilla prepotente en el firmamento,
unas horas más y Viernes será.

El día llegó, pero este confundido e incomprensible corazón aún no se decide, si ir al encuentro de esos ojos únicos
o esperar a que el próximo Viernes llegue.

EL CHICO DE LA PLAZA MAYOR

Mientras escribo una canción, me acuerdo de aquel viaje al sur.

Como olvidar al chico de la plaza mayor, que se fue con el sol y sin saberlo entre sus manos se llevó mi corazón.

No dudo que las estrellas me llevaron hacia él. Recuerdo ese día como si hubiese sido ayer.

Paseaba entre la gente. El semáforo estaba en rojo y al otro lado de la calle estaba él.

No era el príncipe de la colina, tampoco el galán de la telenovela.

Era el dueño de esa sonrisa, de mi sonrisa, de mi vida entera.

Él cruzaba distraído, llevaba camisa a cuadros y pantalón desteñido.

Me sonrió cuando hicimos contacto visual, para mí fue algo más, mucho más.

Por un instante entre el misterio y la razón me perdí.

Vi al dueño de la camisa a cuadros mezclarse entre la gente. No lo iba a ver jamás.

Sabía que sería imposible de olvidar.

Desde ese día escribo canciones para el chico de la plaza mayor, que se fue con el sol y entre sus manos sin saberlo se llevó mi corazón.

Verlo de nuevo es mi anhelo, es ese deseo cada vez que veo una estrella fugaz cruzar el cielo.

Con una copa de vino en la mano, brindo por esos amores que solo vez una sola vez. Puede ser en el supermercado, tal vez en el ascensor, en el gimnasio o entre los pabellones de la universidad. Puede ser en algún cuadro artístico en la Tv o en el cine, quizás. Pero como el chico de la plaza mayor no hay.

Por eso estoy en el sur, escribiendo una canción para aquel chico de la plaza mayor, que se fue con el sol y entre sus manos sin saberlo se llevó mi corazón.

Por eso estoy en el sur, intentando encontrar entre la gente esa fuerte mirada que me atraía sin explicación y esa sonrisa de la que hablo en cada línea de ésta canción.

ECLIPSE TOTAL

De camino por la ciudad, 

de Noviembre nada queda ya.

Siento un frío abrazador,

hay un aguacero en mi interior.

Con pasos lentos,

mi pensamiento en el tiempo vuela lejos.

Promesas sin cumplir,

excusas tontas que yo creí.

No hay vuelta atrás.

No hay tiempo para llorar.

Pretendes cambiar en un segundo

lo que no lograste cuando eramos uno.

Aunque duela, es la verdad,

cariño, hay un eclipse total

que nos impide avanzar.

Es mejor ponerle fin al cuento,

voltear la página y crear uno nuevo.

Lleva contigo los retazos

del corazón con el que has jugado.

Quédate con las mentiras

con las que envolviste mis días.

Así como el tiempo se llevó

aquello que parecía eterno.

Así también conspirará a mi favor,

sé que pronto volverá a brillar el sol.

Eres

Eres como mis huellas a orillas del mar.

Como la danza final del sol en pleno atardecer.

Como la brisa fresca, después de una lluvia ligera.

Amor primero

Cielo blanco,
nubes de algodón.

Acordes sutiles
de mágicos violines.

Sinceros besos
dejas volar al viento,

acariciando al tiempo
 su nombre con un verso.

Corazón, déjate llevar,

en un suspiro el viento bailará,

para hacer danzar 

tus latidos en un cantar.

Una estrella.