martes, 12 de abril de 2016

EL CHICO DE LA PLAZA MAYOR



Mientras escribo una canción, me acuerdo de aquel viaje al sur.
Como olvidar al chico de la plaza mayor, que se fue con el sol y sin saberlo entre sus manos se llevó mi corazón.
No dudo que las estrellas me llevaron hacia él. Recuerdo ese día como si hubiese sido ayer.
Paseaba entre la gente. El semáforo estaba en rojo y al otro lado de la calle estaba él.
No era el príncipe de la colina, tampoco el galán de la telenovela.
Era el dueño de esa sonrisa, de mi sonrisa, de mi vida entera.
Él cruzaba distraído, llevaba camisa a cuadros y pantalón desteñido.
Me sonrió cuando hicimos contacto visual, para mí fue algo más, mucho más.
Por un instante entre el misterio y la razón me perdí.
Vi al dueño de la camisa a cuadros mezclarse entre la gente. No lo iba a ver jamás.
Sabía que sería imposible de olvidar.
Desde ese día escribo canciones para el chico de la plaza mayor, que se fue con el sol y entre sus manos sin saberlo se llevó mi corazón.
Verlo de nuevo es mi anhelo, es ese deseo cada vez que veo una estrella fugaz cruzar el cielo.
Con una copa de vino en la mano, brindo por esos amores que solo vez una sola vez. Puede ser en el supermercado, tal vez en el ascensor, en el gimnasio o entre los pabellones de la universidad. Puede ser en algún cuadro artístico en la Tv o en el cine, quizás. Pero como el chico de la plaza mayor no hay.
Por eso estoy en el sur, escribiendo una canción para aquel chico de la plaza mayor, que se fue con el sol y entre sus manos sin saberlo se llevó mi corazón.
Por eso estoy en el sur, intentando encontrar entre la gente esa fuerte mirada que me atraía sin explicación y esa sonrisa de la que hablo en cada línea de ésta canción.






jueves, 7 de abril de 2016

ECLIPSE TOTAL


De camino por la ciudad, 
de Noviembre nada queda ya.
Siento un frío abrazador,
hay un aguacero en mi interior.

Con pasos lentos,
mi pensamiento en el tiempo vuela lejos.
Promesas sin cumplir,
excusas tontas que yo creí.

No hay vuelta atrás.
No hay tiempo para llorar.
Pretendes cambiar en un segundo
lo que no lograste cuando eramos uno.

Aunque duela, es la verdad,
cariño, hay un eclipse total
que nos impide avanzar.
Es mejor ponerle fin al cuento,
voltear la página y crear uno nuevo.

Lleva contigo los retazos
del corazón con el que has jugado.
Quédate con las mentiras
con las que envolviste mis días.

Así como el tiempo se llevó
aquello que parecía eterno.
Así también conspirará a mi favor,
sé que pronto volverá a brillar el sol.