De una Serendipia para otra

15/11/19

Tengo tantas cosas que contarte. ¿Qué quieres que te diga? Ha sido un proceso largo, de innumerables batallas de las cuales siempre has sabido salir airosa. Aún no logro entender cómo haces para empezar de nuevo con una sonrisa gigante y con la predisposición de hacer siempre las cosas bien. Algún día lo descubriremos. Pero, ¿Sabes? Lo que más me inquieta es esa tu facilidad para escuchar, empatizar y lo más importante: tu amabilidad. ¿Te has dado cuenta? Aquí entre nos, creo que ese es tu poder; entre otros infinitos. Como esa personalidad tan tuya, que por ratos te hace enojar; o por ejemplo, esa alma soñadora que te hace fuerte, libre... y no nos olvidemos de tu amor por la escritura. Seamos claras, tú vuelas entre letras. Eres capaz de pasarte todo un día escribiendo, leyendo y releyendo textos. Te admiro. Pero también hablemos de esa tu bendita paciencia, ok, eso fue broma. Tú puedes ser la persona más paciente del mundo en ciertas ocasiones, pero también la más irritante si te hacen esperar. Tú me entiendes.

Escribo esto porque te veo y estoy convencida de que estás siendo tu mejor versión, incluso superando tus propias expectativas. Sigue con ese ímpetu, con esas ganas apasionadas de cumplir tus sueños. Recuerda que eres más grande que el miedo y que al final todo pasa.

Pd. Estoy orgullosa de ti. 

De una Serendipia para otra.

En reconstrucción

¿Dónde estabas mientras rodaba cuesta abajo dentro de mis propios laberintos?¿Dónde estabas cuando buscaba un motivo que encendiera mi propia voluntad? Ahora que estoy reencontrando mis huellas, no reproches mis tiempos, maneras y gestos. Esta sensación nueva con la que cargo es tan grande e invisible, que no sé muy bien qué es, ni por qué. Solo es eso, un poco de nostalgia y melancolía. Melancolía y tristeza. Tristeza y llanto. Llanto y risa. Porque aunque quiera encontrar las respuestas a mis cuestionamientos; termino siempre perdiendo el rastro. A veces, no sé muy bien lo que busco, pero continúo, permanezco, insisto. Camino en una selva tan llena de nada que se siente como yo. Deja que la luz del sol cure mis heridas, deja que confunda las gotas de lluvia con mis lágrimas. Deja que me pierda en este mundo desconocido, que aunque es parte de mí, acabo de descubrir.

Siempre luz

Vive, suelta tus miedos.
Salta, sin temor al vacío. Con el corazón a puro fuego.
Vive, disfruta de la adrenalina de ir construyendo caminos nuevos.
Respira, observa y continúa.
Descubre en cada paso eso que llevas dentro.
Somos el reflejo del universo, con todos sus matices, pero siempre luz.
Somos energía constante, siempre en movimiento.

Infinito

Tanto tiempo viendo corazones en las nubes,

en las huellas que el café -distraído-,

va dejando en el borde de la taza.

Tanto tiempo enredado entre mis pensamientos,

escondido en un rincón de la cajita

donde guardo mis tesoros secretos.

Vas compartiendo líneas con mis poemas favoritos,

ganando limpiamente el derecho

de ver anclado tu nombre

en todos mis escritos.

Llegaste.

Y ahora qué estás,

no hay más poemas,

no hay más canciones,

no hay nada más.

Porque lo que siento me rebasa,

va más allá.

Porque lo tuyo es inefable,

irreversible,

infinito.

Dulce ilusión

Ilusión, ¿Quién puede venir a contarte imposibles?

¿Quién puede venir a robarte el brillo de tus ojos?

Cuéntame, ¿En qué piensas antes de dormir?

¿Qué es lo primero que piensas al despertar? 

Ilusión, ¿De dónde viene esa sonrisa llena de vida?

Si tu impaciencia tiene un nombre, dime ¿cuál es?

¿Por qué de pronto, la música tiene nuevos sonidos?

¿Por qué es más fuerte tu cantar?

Si tus miedos se esconden, es porque tu amor es más fuerte y profundo que el mar.

Ven, vamos a caminar.