viernes, 26 de enero de 2018

Temores y osadías

Amas la lluvia, su olor, su sonido.
Pero no quieres que las gotas toquen tu piel.
Huyes. 
Anhelas la capacidad de volar que tienen las aves,
pero te aterran las alturas.
Sucede que vas tras mis pasos,
pero borras tus huellas de la arena.
No te dejas encontrar.
¿Hasta cuándo vas a dejar que el miedo
te tape los ojos y te cuente mentiras al oído?
Tienes que saber que las aceras de mi calle 
tienen cemento fresco solo para tus pies.
Tienes que saber que aunque tema encontrarme con tus ojos,
también tendré el coraje de perderme en ellos.

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